Rosario Castellanos, en su libro Balún Canán, dice: “(…) Anoche llovió el primer aguacero, el que hace brotar esa hormiga con alas que llaman tzisim”. Tzisim, así es como este animalito es conocido en Comitán; en otras partes de Chiapas lo conocen como nucú, chicatana o zompope. Sin embargo, esta hormiga gigante no es exclusiva de Comitán o de Chiapas. Incluso va más allá del territorio mexicano. En algunos países como Colombia, en el departamento Santander, son conocidas como “culonas”. Algunos dicen que hay de dos tipos, las rojas y las negras. En la región Amazónica de Ecuador, son conocidas como “ukis” o “culonas”, sin embargo, a diferencia de Comitán, su temporada es en los meses de octubre y noviembre. Allá las consumen en tostadas, en tortillas, en sopa o en ceviche. En Bolivia el tzisim es conocido como tujo o sepeculón. En Guatemala son llamados chequenes o macashes. Los pueblos están hermanados, a través de su cultura, su gastronomía y la palabra. En coincidencia, en Comitán, muchos dicen que la parte más sabrosa del tzisim es el culito. Qué bonito. Una hormiga gigante que es la delicia en varios lugares del mundo. No importan cómo le llamen, es un platillo de lujo, deseado por muchos. Y en Comitán es una de las comidas consentidas. Rosario Castellanos, a través de su novela, hace que la palabra Tzisim vuele por otros cielos. Los chefs y cocineras en Comitán, hacen que el paladar de los comensales disfrute de este animalito en tacos, quesadillas, salsa, sal, ¿y por qué no? ¡Hasta en postre! Pues algunos han innovado y ofrecen chocolates con tzisim.
